Author: Alejandro García
La ambulancia llegó en pocos minutos, pero para Ana esos instantes parecieron una eternidad. Entre la conciencia y la inconsciencia, la voz firme y desconocida
¡No me lo puedo creer! ¡Mi mejor amigo resulta ser el padre de Alejandro! ¡Llevo más de cuatro años cuidando a mi hijo sin imaginar que no era mío!
El hombre de traje se detuvo junto al puesto. Su mirada fría, pero controlada, se clavó en el joven alborotador. A su alrededor, la gente contenía la respiración.
**Diario de un Rescate** Vale, chicos, la pesca puede esperar decidió Víctor, cogiendo la red de pesca. Hay que salvar a este pobre animal.
**Diario Personal** Hoy, mientras subía a mi piso, una niña pequeña me detuvo en el descansillo. Señora, ¿usted a quién busca? le pregunté, intrigada por su presencia.
Había una niña a la que nadie podía hacer hablar… hasta que apareció ella. La madre de Rosalía llevaba mucho tiempo enferma. Cada día era una lucha
Si el niño se parece a él renunciaré le daré la vida y renunciaré dijo Lera con voz apagada. Querida, ya es tarde para arrepentirse, ahora solo queda esperar
Todas las tardes, al salir del instituto, Tomás recorría las calles adoquinadas con su mochila colgada de un hombro y una flor silvestre protegida entre sus dedos.
Oye, te cuento esta historia adaptada a nuestra cultura, como si estuviéramos tomando un café… Tu madre ha venido a buscarte, prepárate.
Hace mucho tiempo, en un hospital de Madrid, una joven llamada Lidia vivió una experiencia que jamás olvidaría. Su primer hijo, tan deseado, llegó al mundo









