Chicas, ¿quién de vosotras es Lilia? preguntó la joven con una mirada astuta y curiosa, fijándose en mi amiga y en mí. Yo soy Lilia. ¿Qué pasa?
Chicas, confesad, ¿cuál de vosotras es Lila? preguntó la desconocida con una mirada astuta y curiosa, fijándose en mi amiga y en mí. Yo soy Lila. ¿Qué pasa?
Chicas, confesad, ¿quién de vosotras es Lilia? La joven nos miró con curiosidad y cierta picardía a mi amiga y a mí. Yo soy Lilia. ¿Qué pasa?
Las llamas estallaron en la mansión, pero lo que la criada sacó dejó a todos sin palabras. “¡Fuego! ¡Fuego en la cocina!” El grito vino de
Las llamas estallaron en la mansión, pero lo que la empleada sacó dejó a todos sin palabras. “¡Fuego! ¡Fuego en la cocina!” El grito surgió
Las llamas estallaron en la mansión, pero lo que la criada sacó dejó a todos sin palabras. “¡Fuego! ¡Fuego en la cocina!” El grito vino de
En un pequeño pueblo de Castilla, rodeado de viñedos y campos de trigo, vivía Don Tomás, un hombre de setenta años que había conocido tanto la abundancia
En un pequeño pueblo de Andalucía, rodeado de olivares y viñedos, vivía Don Sebastián, un hombre de setenta años que había conocido tanto la fortuna como la desgracia.
En un pequeño pueblo de Castilla, rodeado de campos de trigo y olivares, vivía Don Ramón, un hombre de setenta años que había conocido tanto la prosperidad
«Hora de conocer a los tiburones», susurró mi nuera antes de empujarme por la borda. Mi hijo observó, sonriendo, mientras el mar me tragaba. Su objetivo?









