**Entrada del diario** ¡Qué bonita es su honestidad, doña Carmen! O sea, nuestros hijos el año pasado se asaron en el huerto, luego pasamos todo el año
Ay, queridos míos, qué día aquel Gris, llorón, como si el cielo supiera lo que ocurría en Villanueva del Río. Yo miraba por la ventana de mi consultorio
Ay, queridos míos, qué día aquel Gris y llorón, como si el cielo supiera que en Villanueva del Río se cocía una tristeza amarga. Yo miraba por la ventanita
Ay, queridos míos, qué día tan triste fue aquel Gris, lloroso, como si el cielo mismo supiera que en Valdelinares se cocía una pena amarga.
¡Vaya, parece que no conoces bien a los niños de hoy! Hola, Carmen, te veo trabajando en el huerto y he pensado en pasarme a saludar dijo Concha mientras
¡Tú no debes conocer a los niños de hoy en día! Hola, Gala, te veo trabajando en el huerto y me he acercado a saludarte dijo Tía Petra, balanceándose junto a la verja.
¡Tú no conoces a los niños de hoy en día! Hola, Rosario, te veo trabajando en el huento y he decidido acercarme a saludarte dijo Carmen Martínez, balanceándose
Lo encontró doblando la esquina de una casa. Simplemente iba de un contenedor de basura a otro, buscando algo de comer. Fue allí donde se topó con un pequeño gatito gris.
Hoy escribo en mi diario con el corazón lleno de emoción. Todo comenzó en una calle cualquiera de Madrid, cerca de un restaurante donde suelen dejar los desperdicios.
Lo encontró en una esquina de un edificio. Solo pasaba de un contenedor de basura a otro, buscando comida. Fue entonces cuando se topó con un minúsculo gatito gris.