**Dulces con el dinero ajeno** Puse la mano en el pechome sube la tensión. El médico dice que necesito medicamentos caros ¿Verdad que ayudas a tu madre?
¡Tu hijo es tan aburrido! exclamó la abuela con desdén. ¡Nada bueno saldrá de él! Marisa se quedó paralizada en el umbral, a punto de dejar caer el pastel
El pastel a costa de otros Hijo, ponme la mano en el corazóntengo la tensión por las nubes. El médico dijo que necesito medicinas caras…
**Diario personal** ¿Ya es otro? Al menos habría pensado en lo que diría la gente susurraban los vecinos al ver que la viuda tenía a un hombre en su casa.
David, ¿te puedes quedar con Lucas? gritó Lucía desde el pasillo mientras se ajustaba el pañuelo frente al espejo. Volveré esta tarde, sobre las seis.
**Diario de un hombre** ¿Ya es otro? Al menos eso debieron pensar los vecinos cuando vieron a un hombre en el patio de la viuda. En este pueblo, donde
¿No has pensado, Anita, que cuando todo es complicado, hay que buscar soluciones sencillas? Las más simples, a las que nosotras, mujeres, no llegamos a
El pastel con dinero ajeno “Me duele el corazón, tengo la presión por las nubesdijo con voz quebrada. El médico me recetó unos medicamentos muy caros
¿Ya tiene otro? A ver qué dice la gente… murmuraban los vecinos al ver a un hombre en el patio de la viuda. En un pueblo donde todos se conocen
¡Teníamos tantas esperanzas de que mi madre se jubilara, se mudara al pueblo y nos dejara a mi marido y a mí su piso de tres habitaciones!









