Life Lessons
Querido diario, Han pasado ya dos años desde que mi hija desapareció de mi vida y yo, que pronto cumpliré setenta, sigo aguardando una señal que nunca llega.
No, mamá, ya no vas a venir. Ni hoy, ni mañana, ni el próximo año esa es la historia de la paciencia que se nos quebró del todo. Yo me paseé dándole vueltas
Recuerdo aquel día de febrero, cuando el viento helado azotaba la capa de la vieja estación de tren de Alcalá de la Sierra. A mitad del caminar hacia la
«Te queremos, hijo, pero por favor no vuelvas a venir». José y María, una pareja de ancianos que ha vivido toda su vida en una casita de piedra en el pueblo
יום שלישי, 3 בינואר היום הגיע אלון, הבן שלנו, אחרי חמש שנים שלא חזר לבקר. הוא נחת ברכבו במתנ”ס של הרחוב, נחת על האופניים של חגרייה וקיבל קבלה חמה
17 de octubre, Madrid Hoy he vuelto a la casa de mi tía, Doña Carmen, para entregarle unos documentos que necesitaba urgentemente. Sólo nos vemos en Navidad
No, mamá. Ya no vas a venir más a nuestra casa. Ni hoy, ni mañana, ni dentro de un año esa fue la frase que marcó el final de mi paciencia.
בְּלִבּוֹת קוֹהָר, אני נוֹסַעַת מִתֵּל אָבִיב לַדּוּדָה שֶׁלִּי בְּירוּשָׁלַיִם כדי למסור לה כמה מסמכים דחופים. אנחנו רק נִפְגָּשִׁים בַּחַגִּים, אבל היום
15 de marzo Hoy recuerdo con claridad la frase que mi marido, Juan, me escupió hace casi dos años y que, desde entonces, no ha dejado de resonar en mi
«Te queremos, hijo, pero ya no vuelvas a visitarnos». Recordamos, como si fuera ayer, a un matrimonio de edad avanzada que había pasado toda su vida en









