Author: Javier Martínez
Esperanza ajustaba el mantel blanco de lino sobre la mesa de la cocina, sus dedos temblaban de cansancio y emoción. Hoy era su vigésimo quinto aniversario
**Diario de un hombre** No quería vivir con mi nuera, pero no tuve más remedio. Valentina López se secó las manos en el delantal y volvió a mirar el horno.
La llave giró en la cerradura y Lucía, intentando no hacer ruido, se coló en el piso. El recibidor estaba a oscuras, solo una fina línea de luz se filtraba
¡Tú tú No me lo puedo creer! ¡No me cabe en la cabeza! ¡Tu maldito trabajo, tus llamadas urgentes, tus viajes sin fin! Lucía lanzó la taza contra la pared
Intenté secar las lágrimas que nublaban mi vista mientras me observaba en el espejo. No, no iba a derrumbarme. No ahora. Después de todo, este era mi piso
La vecina se pasó de la raya Lucía se quedó paralizada frente a la puerta de su casa, con la llave en la mano. Desde dentro se escuchaba un leve murmullo
La vecina se pasó de la raya Lucía se quedó paralizada frente a la puerta de su casa, con la llave en la mano. Desde dentro se escuchaba un leve murmullo
La noche, densa sobre la ciudad, parecía presagiar una tragedia. Nubes pesadas se arrastraban por el cielo, como cargadas de esperanzas truncadas y destinos rotos.
**Diario de un Hombre** Un día aparentemente normal en urgencias del hospital comarcal, ocurrió algo que trastocó no solo la vida del personal, sino de
¿Tania? Juana no esperaba ver a la hermana de su exmarido en la puerta. La chica estaba empapada, con el agua escurriendo por su largo pelo.









