Author: Javier Martínez
Juana regresó de la maternidad y se encontró con un segundo frigorífico en la cocina. “Este es mío y de mamá, no pongas aquí tu comida”
**Diario de Marcela** Perdona ¿dónde estoy? preguntó la mujer en voz baja, mirando por la ventanilla del coche como si no entendiera lo que pasaba.
¡Mamá, otra vez dejaste la luz encendida toda la noche! exclamó Alejandro, entrando en la cocina con gesto irritado. Ay, hijo, me quedé dormida Estaba
¿No ha llamado otra vez, mamá? preguntó Andrés, mirando a su madre, que estaba sentada a la mesa con los ojos desarmados. No, hijito mío Tu padre seguro
La segunda esposa de mi padre apareció en nuestra puerta una tarde. Llevaba una caja llena de golosinas y dos pequeños caniches que caminaban meneando la cola.
La segunda esposa de mi padre apareció un día con una gran caja de dulces y dos pequeños caniches que movían sus colitas con alegría. Mi hermana y yo nos
**Diario de un abuelo** Cada mañana, camino hasta el colegio de mis nietos. No soy profesor ni empleado, solo un abuelo con un bastón y un corazón que
¿El corazón? Solo tienes doce años, ¿qué sabes tú del corazón? Sé que si late mal, el hombre muere dijo la niña, con una mirada seria. Aprenderé a arreglarlos.
Me llevaré a tu niña a mi clase, si no te importadijo la maestra, que había escuchado la conversación entre mi madre, la directora y otra profesora.
Hoy, como cada día, voy al colegio de mi nieto. No soy profesor, ni conserjesolo un abuelo con bastón y un corazón que no sabe quedarse en casa.









