«Mamá vive de mi dinero» esas palabras me helaron de terror. «Mamá vive a costa mía» ese mensaje me dejó paralizada. Aún no puedo olvidar el día en que leí el texto de mi hijo, que me heló la sangre. Mi vida en el piso de Valencia se volvió del revés, y el dolor de sus palabras aún resuena en mi corazón.
Hace años, mi hijo Javier y su esposa, Lucía, se mudaron conmigo justo después de su boda. Celebré con ellos el







